El
amigo Jef Costelo nos propone un duelo entre dos iconos pop. Un duelo
que atañe tanto a la cultura cinéfila como a la cultura popular.
Decidan ustedes:
JEAN PAUL
BELMONDO vs ALAIN DELON
Belmondo
Estuvo con
Ursula Andress.
Aparece en
un capítulo de SuperAgente 86
Donovan le
menciona en una canción.
Le doblaba
la edad a su última novia.
Sus hijos
intentaron incapacitarlo por salir con jovencitas.
La policía
denunció que su última mujer abusaba de él.
Geraldine
Chaplin dijo de él: “En
una ocasión, decidió organizar una fiesta en un hotel. Lo llenó
de prostitutas e invitó a todo el mundo. Fue una fiesta maravillosa
e indecente"
A.Delon
-Estuvo
con Sisi emperatriz
Veterano de la
guerra de Indochina.
-Nunca
ha desmentido los rumores sobre su bisexualidad.
-Grabó
varias canciones, entre otras un dúo con Dalida.
-Tributa en Suiza y tiene
su propia marca de ropa, zapatos, relojes, perfumes, tabaco, gafas de
sol, etc.
-Madonna le dedicó un tema y
aparece en la portada de un disco de The Smiths.
El
comienzo del verano tiene acento francés. Acaban los exámenes, los
que pueden huyen a la playa, los hay que se conforman con un
ventilador y una taja de sandía, pero el Tour siempre está detrás
de todo, impasible. No hay nada más francés que el Tour, ni
siquiera un fino bigotillo y una camiseta de rayas marinera. La
serpiente multicolor que repta por las calles francesas es la
sublimación del sentimiento francés. Tres semanas de paisajes
majestuosos, catedrales, del pueblo con chanclas y calcetines que
abarrota las aceras para ovacionar fugazmente a sus ídolos, de la
etapa del 14 de julio en la que los ciclistas patrios salen a cortar
cabezas en busca de la victoria, drogas, malditismos, caídas, épica
y se cierra el telón tras el paseo por los Campos Elíseos. Aquí el
Tour tiene una relación directísima con la SIESTA gloriosa de etapa
llana, algo más turbulenta cuando la etapa es alpina o pirenaica.
Las voces de Perico Delgado y Carlos de Andrés nos mecen con una
nana de desarrollos, cadencias, sprines
y escapadas. Si en una de esas tardes te despiertas hablando como
Ratatouille, no te preocupes. Aquí te dejamos un manual de
instrucciones:
-Abre
una botella de tu cava de vino, un Burdeos o un Beaujolais y vuélcalo
sobre tu copa de soumiller. Si ves que no tienes nada de esto, puedes
sustituirlo por un Valdepeñas del supermecado más cercano o un
calimocho con vino de cartón, pero siempre con buen gusto.
-A
continuación, corta la baguette en pequeñas rebanadas para untar
foie y camembert, y la tabla de quesos. A falta de cualquiera de
estos ingredientes, bueno es un pan de molde y unos quesitos o un
paté La Piara.
-Finalmente,
abre las orejas y escucha esta pequeña playlist que te transportará
directamente a la rivera del Loira y sus castillos.
1.
Johnny Halliday– Que
Je T’aime.
Raudales de épica concentrados en 3
minutos de fervor a cargo del Miguel Ríos francés.
2.
Charlotte
Gainsbourg–
Couleur Café.
Una versión magnífica o
cómo hacer que tu padre se revuelva en su tumba del orgullo.
3.
Alizée
– Moi Lolita.Lo mejor que ha salido de Ajaccio
(Córcega) desde Napoleón. Pura sensualidad y lo que no es
sensualidad. Interesante la versión de Julian Doré.
4.
Françoise
Hardy – Comment
te dire adieu? Otra
mujer de bandera que se sale en esta canción que compuso Gainsbourg
para que los labios de Hardy violaran a las palabras.
5.
NTM–Qu’est
ce qu’on attend?Lo mejor del hardcore,
en el rap francés. Bárbaro y pegadizo. Una cosa tan brutal solo
podía generarse en la banlieu parisina.
6.
Dominique
A – Hasta
que el cuerpo aguante. Es
la historia de un guiri francés que iba a Sevilla a ponerse ciego y
aprendió a decir esa frase. Una de las canciones más bonitas de la
historia en la voz de un héroe, el último romántico de la música.
7.Stereolab–
French
Disko.
En
realidad sólo el estribillo es en francés, pero es importante que
el mensaje se quede grabado: La résistance!
Ya sabéis que soy muy
viejo. Tan viejo que he podido estudiar en las mejores universidades,
aunque de sobra es sabido que no hay mejor escuela es un vaso de
vino. Una vez, cuando Wert tenía pelo, me becaron para ingresar en
escuela de filosofía de La Sorbona. Iluso de mí, creía que podría
cambiar el mundo con un pañuelo al cuello mientras charlaba de
socialismo comiendo pasteles y bebiendo champán. Caí en el error.
Me convertí en uno de esos que, con la boca llena de caviar y el
frac impoluto, hablan del proletariado y de derechos universales,
pero no sabía lo que era bajarse al barro. Años más tarde, ya un
poco más docto, volví al hexágono a sabiendas de que todos esos
clichés históricos de “Francia, cuna de la libertad’’ o
“Liberté, egalité et fraternité” no eran más que
chupaletrinas. Pero, impetuoso de mí, otra vez caí en las garras
del activismo con el Front Populaire para intentar que la tortilla se
volviera, que los hombres comieran pan y los ricos mierda. Y la
verdad es que ganamos las elecciones y con la lucha conseguimos unos
derechos laborales que hoy harían sonrojarse a cualquier
socialdemocráta, aunque eso es lo único que mi amigo Léon Blum y
yo hicimos bien. Dejamos tirados como perros a nuestros hermanos
españoles y asistimos impertérritos a la llegada de Franco. Sin
mencionar como serramos la libertad de las mujeres, a las que le
negamos el derecho al voto por miedo a la maldita iglesia. El
experimento duró poco y antes de que llegara Vichy me di el piro.
Como el zombi es el único bicho que cae tres veces en la misma
piedra, también me creí lo del mayo del 68 y no dude en lanzar
adoquines. Por tercera vez me la colaron. Me di cuenta cuando vi a la
mayoría de los que lucharon conmigo al otro lado de la acera jugando
a burócratas y banqueros. Hoy las cosas están aún peor. Es moneda
corriente ver a hordas de psicópatas y descerebrados abarrotar las
calles, y la consciencia de clase la han borrado a base latigazos.
Sin embargo, no descarto una cuarto intento, pues como dijo Rosa de
Luxemburgo, a la que este fanzine le debe su existencia: “Mañana
la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria,
para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!”
Estamos
en el mes 3 después de Hugo Chávez. Todo el planeta está ocupado…
¿Todo? ¡No! Un fanzine poblado por irreductibles vagos resiste
todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para las
guarniciones de legionarios que hacen posible O Barbarie. Cada vez es
más difícil encontrar la inspiración y no morir el intento. Esta
vez las musas se nos aparecieron después del cruasán mañanero y el
café olé. Porque no echar un vistazo a ligero al país vecino. Así
van las cosas por aquí, sin orden ni concierto, en un número
francófilo en el que hay lugar para personajes tan dispares como
Belmondo, Alain Delon, Manuel Malou, Papier Tigre o Bernard Hinault.
Todo muy al estilo OU BARBARIE.